La energía solar térmica aprovecha la energía del sol para producir calor que puede aprovecharse para cocinar, para la producción de agua caliente para uso doméstico, calefacción e incluso refrigeración. Es una energía muy limpia y rentable y supone una estupenda alternativa para ahorrar costes tanto para la economía familiar como para las pequeñas y medianas empresas.

El procedimiento de transformación de la energía del sol en calor o energía térmica se realiza a través de captadores solares térmicos mediante un fluido que circula por el interior de éstos, y que transporta esta energía a distintas aplicaciones como el Agua Caliente Sanitaria.

APLICACIONES

Agua caliente sanitaria: se trata del agua potable de uso doméstico. Con una instalación sencilla se puede obtener casi el 100% del agua caliente de un hogar con el consiguiente ahorro energético y económico. Además se amortiza en poco tiempo.

Calefacción y refrigeración solar: La energía solar térmica puede utilizarse para dar apoyo al sistema convencional de calefacción (caldera de gas o eléctrica), y también para refrigeración.

Climatización de piscinas: tanto para piscinas interiores como exteriores, la energía solar térmica consigue proporcionarle una temperatura cómoda para todas las épocas del año.